Muchas veces, la sensación de seguridad es lo único que nos hace quedarnos en lugares a los que ya no pertenecemos. O incluso más que eso, la incertidumbre de lo que puede venir después. Sin embargo, si ya te sientes con ánimos de algo diferente, revisa estos 5 escenarios en los que debes considerar buscar otro empleo.
1. Crecimiento profesional
En primer lugar, hay organizaciones que por su tamaño o estructura, llega un momento en el que ya no puedes ascender más. Y si estás en la posición más alta que puedes alcanzar, o que existe, quizá es momento de agradecer por lo recorrido. También aplica si simplemente sientes que tus superiores no promueven las oportunidades de crecimiento en sus equipos. No sólo se trata de la falta promociones o reconocimientos, sino de aspectos como la falta de capacitación y desarrollo.
2. Cumpliste un ciclo
Ésta va muy de la mano con la primera razón, pero tiene un tinte diferente, que tú sientas que ya aprendiste todo lo que podías aprender. Tu desarrollo dentro de una compañía, debe regirse por tus objetivos y metas. Desde lo profesional hasta lo personal, si sientes que ya diste y obtuviste todo, es momento de trazar nuevos planes. Tú defines la trayectoria y el cómo esperas que luzca tu carrera, antes de caer en la rutina. Ya sea que cambies de empresa, o hasta de industria, se trata de cumplir ciclos que te den satisfacciones.
3. Una mejor oferta
Aunque esto puede parecer lógico, no para todos lo es. Si tienes una oferta más atractiva, ¡es sin miedo al éxito-to-to-tooo! Y los criterios para considerarla así, pueden ser varios, no sólo la remuneración económica. Porque aún ganando menos, pero con un mejor ambiente, muchos se deciden por su paz mental. Si el horario, las actividades, las prestaciones o el salario emocional son superiores, no hay mucho que pensar. Incluso, si lo piensas por cosas más “equis”, como el que esté cerca de tu casa, tú tienes la última palabra.
4. No es lo que esperabas
Firmar un contrato sí es un compromiso, pero recuerda que el primero y el más importante, es el que tienes contigo mismo. Puede que la vacante y/o la empresa, parezcan de ensueño, pero una vez dentro tan sólo quieras salir corriendo. Aplica por temas de carga y horario laboral, clima y cultura, o las actividades no correspondan a tu posición. Sea lo que sea, si te hace sentir decepcionado o insatisfecho, siempre puedes conversar con tus superiores para buscar formas de modificar esto. Y si no es posible, thank you, next.
5. Quisieras estar en cualquier lugar, menos ahí
Más que un escenario, se trata de una sensación. Y puede que ni siquiera tenga que ver con tu trayectoria, tus aspiraciones, compañeros, el tipo o ritmo de trabajo. Simple y sencillamente, no es lo tuyo. Principalmente en los primeros trabajos, es común sentirse atrapado por la falta de motivación, la necesidad de otros retos, o el desajuste por el cambio en el estilo de vida. Y no se trata de forzarlo, porque entonces es posible que ya no sea sano ni para ti, ni para tu departamento. En estos casos, es mejor buscar algo que se ajuste a tus necesidades y deseos.