Cómo dejar de procrastinar y triunfar en términos productivos

Si eres de esos que necesita mandar un correo de tres líneas, pero primero le sirves de comer al perro, abres las ventanas y te preparas un té… Definitivamente necesitas este remedio. En DinDong.work te decimos cómo dejar de procrastinar y triunfar en términos productivos.

Por favor, no le des al guardar enlace y termina de leer ahora, ¡no en diez minutos! (si bien nos va). Es una mentirota eso de que trabajamos mejor con adrenalina y bajo presión. La realidad es que postergar las tareas termina por generar más estrés del que se evita. Si conoces este estrés, de ese que ya ti te deja disfrutar las tareas con las que procrastinas, pasa, siéntate. Y comienza a hacer algo al respecto.

Un consejo que puede sonar trillado, es que pongas en una lista de prioridad tus tareas. Aunque todas son importantes, no todas tienen la misma importancia. Ni tampoco implican la misma cantidad de esfuerzo, así que dos criterios de priorización que puedes considerar, es atender lo más urgente, o lo más sencillo primero. Anotarlo es algo que además de liberar tu memoria, puede generarte satisfacción al tachar los deberes cumplidos.

Por otro lado, una de las razones más comunes por las que caemos en la procrastinación, es que estamos rebasados de estrés. Y para huir de él, evadimos esas labores que lo elevan, u optamos por hacer cosas más placenteras. Sin embargo, seguir así genera un círculo vicioso en el que hasta te sientes culpable por estar haciendo otras cosas. El secreto está en generar un balance que sea un camino hacia la armonía.

Y ese recorrido viene acompañado de técnicas para gestionar el tiempo. Por ejemplo, en esta ocasión exploraremos el Método Pomodoro. Y es muuuuuuy sencillo; por cada 25 minutos trabajados, puedes tomarte un descanso de cinco minutos, ¡no al revés! Así, puedes enfocar toda tu atención en una sola cosa a la vez, sin sentir que estás en medio de un ciclo sin fin. Hacer las cosas de una en una es el secreto top para terminar tus asignaciones.

A manera de cierre, tips rapiditos, no importa si no son las tres en punto, las 2 y cuarto o las 5 y media, ¡comienza! El primer paso y el más grande es iniciar sin importar las manecillas del reloj. Eso sí, toma en cuenta tus horas más productivas y cómo cubrir tus hábitos y todos los ámbitos de tu vida. Planea, planea, planea: crea una rutina. Y también, elimina los distractores si eso afecta tu desempeño. 

Con este blog y aprendiendo cómo dejar de procrastinar y triunfar en términos productivos, vas a parecer flash sacando pendientes a diestra y siniestra. No te preocupes, todos hemos procrastinado y es natural; dejar de hacerlo o reducir su frecuencia sólo parece imposible, pero no lo es.

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