La realidad es que todos trabajamos por distintos motivos, sin embargo, el sueldo es un factor determinante. Así que si estás a punto de ingresar a una nueva empresa pero la oferta económica no cubre tus necesidades, esto te interesa. Porque antes de decir “no gracias”, debes saber cómo negociar un mejor salario en tu contratación.
Más allá de que te encante la posición, sea la compañía de tus sueños, o estés buscando comenzar tu trayectoria, la remuneración es algo que en ocasiones no puedes pasar por alto. Una de las preguntas más comunes durante una entrevista es cuál es tu expectativa salarial. Eso, o que directamente te digan cuál es su propuesta para la vacante; así que necesitas prepararte desde antes para esta conversación.
Cuando te develan la oferta, tienes tres opciones. La primera es aceptarla, la segunda rechazarla y una tercera: negociarla, en caso de que no sea tan atractiva, pero tienes otras razones para querer quedarte.
Al buscar un aumento debes hacerlo de forma inteligente, realizando un trabajo de investigación previo, tanto de la empresa, como de sus vacantes y el rango de salarios que manejan. Este último lo puedes consultar en diversos portales de empleo, y de paso, échale un vistazo a sus valoraciones, *guiño, guiño*. También, debes saber cuál es el promedio de la paga en la industria a la que estás aplicando, para tu profesión, e incluso, comparar los sueldos que ofrecen otras organizaciones.
Máster-Tip: Siempre ten un número en mente, lo que tú quieras y consideras que es justo, con base en la información del mercado. Ese criterio te permitirá saber cuándo decir sí sin pensarlo o cuándo es momento de hablar al respecto. Y para expresarlo, prefiere frases como “me sentiría cómodo con”, antes de “quiero” o “necesito”.
Por otro lado, en ese momento debes controlar tus emociones y tu reacción si es que la cantidad es inferior a tus expectativas. Una reacción impulsiva puede cerrar de tajo la puerta hacia una opción conveniente para ambas partes. Finalmente, siempre puedes retirarte o decidir seguir adelante, pero siempre tomando en cuenta el paquete completo, es decir, el salario emocional, las responsabilidades, el tipo de trabajo y demás factores.
También, deberás exponer las razones por las cuáles consideras que la retribución puede o debe ser mayor. Pero siempre hablando desde lo que tú aportarás al negocio. Por ejemplo, tus logros expresados en datos, tu diferenciador y el valor que puedes agregar. E incluso, el cómo puedes lograrlo, si es que para ese momento lo tienes claro.