No sé quién necesite leer esto, pero estudiar algo no significa que sea tu destino de por vida. Hoy en DinDong.work hablaremos acerca de los cambios en la trayectoria profesional. Si estás pensando modificar el rumbo, o no sabes por dónde iniciar, estás en el lugar indicado.
Culturalmente, hemos aprendido una lección acerca de la permanencia, que parece imborrable. Por ejemplo, que si compras una casa mediante un crédito o hipoteca a 20 o 30 años, pasarás ese tiempo pagándola. Y que al terminar, continuarás viviendo ahí porque ya es tuyo y es tu hogar. Sin embargo, ¿te plantearías deshacerte de esa propiedad incluso antes del plazo forzoso?, ¿qué pasa si tienes que mudarte de ciudad? O simple y sencillamente, no es tan acogedora como imaginabas, le falta luz, no te causa armonía o hasta estás incómodo.
Pues pasa lo mismo con la carrera, es común que a lo largo de los semestres, muchas personas dejen de estudiar. O que se cambien a otro grado, incluso si no tiene nada que ver con su primera elección. También, muchos más quisieran hacerlo, pero no tienen el apoyo de sus padres, piensan en lo que dirán los demás y en lo que han avanzado. Incluso, se detienen por miedo, porque la incertidumbre es una sensación nada agradable. El no saber qué viene después se siente como lanzarse al vacío sin protección.
Por otro lado, están las personas que se dan cuenta que esa profesión no era lo suyo cuando ya están hasta ejerciendo. Con todo y título, parece aún más retador abandonar lo conocido por buscar suerte, un sueldo mayor o más felicidad en otro sector. Sin embargo, no pasa nada si reconfiguras.
Conozco una persona que estudió Fisioterapia y luego entró a Mercadotecnia. Y ahí descubrió su verdadera vocación. Una arquitecta que cursaba conmigo mientras continuaba trabajando en “lo suyo”, por mera pasión. Y hasta alguien más que terminó Comunicación con uno de los mejores promedios, y ahora anda aprendiendo de diseño UX/UI, complementando ambas chambas.
No pasa nada si te das cuenta que algo no te llena y puedes darle más sabor. En ocasiones ni siquiera es necesario tirar por la borda todos tus conocimientos o habilidades. Una forma de hacer estas “transiciones” es estar en constante aprendizaje. Tomando cursos, talleres, seminarios, diplomados y más que te permitan enriquecer tu perfil y darle dirección. A la larga, eso representará mayores oportunidades de desarrollo profesional.
Traza ahora un plan que te lleve a tu yo del futuro, y piensa que necesitas hacer y ser ahora para lograrlo. Recuerda que estudiar algo no significa que sea tu destino de por vida. Siempre puedes ser un abogado que ahora es estilista, y ser el mejor de la ciudad (conozco), guiño, guiño.
Cómo dejar de procrastinar y triunfar en términos productivos