Si estás interesado en una posición y es probable que te llamen para el proceso, practica un lenguaje corporal positivo en tu entrevista. Ya que tu postura, tus movimientos y gestos, dan mucha información más allá de lo que dices. Si te interesa aprender más sobre el tema, hazlo en DinDong.work.
Siéntate derecho
Seguramente te harán pasar a una mesa o escritorio, por lo que inevitablemente deberás sentarte, ¡enderézate! Pero no tenses tu cuerpo, procura mantener una postura relajada pero que demuestre comodidad. Para lograr ese balance, puedes apoyarte de un truco: Ponte derecho, pero no te recargues en la silla, mantén cierta distancia y pon tus pies sobre el suelo. De esta forma, también comunicas interés, y mayor presencia.
Erguido en tu territorio
Vale, ya dijimos que te alejes del respaldo; pero hay un momento clave en el que puedes ocuparlo. Tu espalda contra la silla en los momentos en los que te toque hacer las preguntas dirá que tienes confianza y que estás apoderándote de la situación. Para que esta y la primera recomendación funcionen, ubícate estratégicamente cerca del escritorio, para que no seas tú quien vaya hacia él.
Qué hacer con las manos
Ok, ya sabes que tu espalda debe estar separada del asiento, pero ¿y tus manos? Colocarlas sobre la mesa mientras escuchas es una señal de confianza; y cuando llegue tu turno de hablar o responder, no suprimas tus ademanes. Utilízalas al hablar, porque además de respaldar tu información, dejan ver tu soltura acerca de un tema o al compartir tu experiencia.
Por otro lado, te aleja de conductas nerviosas como jugar con tu cabello o lo que sea que tengas a la mano. El nerviosismo puede leerse fácilmente como falta de seguridad.
Máster-Tip: Mantén el contacto visual con tu entrevistador, esto no significa que lo mires fijamente, sino que no distraigas tu atención hacia el suelo u otras partes de la habitación.
Artículos sobre la mesa
Si la entrevista lo amerita, puedes tomar notas, algo que también es recomendable en cuestión de lenguaje corporal. Sin embargo, esto implica tener una libreta o agenda sobre la mesa y efectuar movimientos constantes; lo mismo pasa si te ofrecen alguna bebida. En ambos casos, los artículos sobre la mesa deben ubicarse de forma lateral. De esta forma, evitas bloquear el campo y/o generar una distracción.